Una investigación del Instituto de Etnología de la Universidad Católica de Valencia ´San Vicente Mártir´ (UCV) ha recogido el testimonio y memoria oral de vecinos mayores de 70 años de la Sierra de Espadán (Castellón) dentro de un estudio, desarrollado por la antropóloga Ángela Calero, para "recuperar y redescubrir" caminos rurales tradicionales, cuya rehabilitación implicaría un impulso económico y turístico en la comarca, según informó el Arzobispado en un comunicado.
El trabajo ha sido desarrollado por la antropóloga Ángela Calero para, "a partir de las informaciones obtenidas en la entrevista con personas de avanzada edad que llegaron a usar estos caminos, proceder a su catalogación física a través de fotografías y la toma de coordenadas geográficas", explicó la investigadora.
Para Calero, que ha recorrido las poblaciones de Aín, Eslida, Almedijar, Azuébar, Matet, Sueras, Alfondeguilla y Ayódar, es "urgente" registrar los "conocimientos y recuerdos de aquellos mayores que vivieron un tiempo en el que desplazarse de un pueblo a otro era cuestión de horas y muchas fatigas".
El estudio expone relatos e información detallada de "un sinfín de tipos de camino, algunos de ellos de época musulmana, tanto si se podían utilizar para el tránsito de vehículos motores -caminos vecinales, caminos rurales, pistas forestales, vías de servicio- como si no estaban adaptados al tránsito motorizado -caminos de carro, caminos de herradura, senderos, caminos ganaderos y las vías férreas en desuso-", precisó.
Asimismo, entre sus conclusiones destaca la ausencia de mujeres entre sus informantes, ya que "el uso que las mujeres hacían del viario estaba restringido a determinadas épocas del año, en tiempo de cosechas principalmente, o para las celebraciones", argumentó la investigadora.
Igualmente, en los ocho pueblos estudiados, Calero encontró caminos que "conservan alguno de sus tramos empedrados, que servía para evitar que los animales resbalasen y que tuvieran un mayor punto de apoyo cuando transportaban cargas pesadas". Destacan el camino vecinal de Soneja en Alfondeguilla, el camino vecinal de Torrechiva en Ayódar, el camino vecinal de Tales en Eslida o el camino vecinal de Alcudia de Veo en Sueras, entre otros.
En la Sierra de Espadán "la gran parte de las vías de comunicación tradicionales fueron trazadas para el desplazamiento con caballerías o a pie; son lo que se conoce como caminos de herradura", puntualizó.
Calero destacó la figura del cartero que calificó de "muy emblemática" en todos los pueblos estudiados. Así, explicó que "la mayoría de los informantes recuerdan con especial cariño a ese hombre que andaba horas y horas de un pueblo a otro llevando consigo las cartas, referencia del mundo exterior".
El estudio de la investigadora del Instituto Universitario Valenciano de Etnología de la UCV, realizado en el último año, se enmarca dentro de una tesis sobre Antropología del Paisaje después de haber sido becada por la Obra Social Bancaja-Segorbe para investigar los caminos tradicionales de este emplazamiento.
Asimismo, Ángela Calero, licenciada en Antropología Social y Cultural por la Universidad Católica, también destaca la importancia de la "conservación" de los senderos tradicionales, puesto que aunque "no van a recuperar sus antiguas funciones y no van a volver a tener la importancia de antaño, sí que son el legado de los modos de vida de nuestros antepasados, el testimonio físico de las costumbres y tradiciones albergadas hasta no hace muchos años en nuestra cultura".
El trabajo ha sido desarrollado por la antropóloga Ángela Calero para, "a partir de las informaciones obtenidas en la entrevista con personas de avanzada edad que llegaron a usar estos caminos, proceder a su catalogación física a través de fotografías y la toma de coordenadas geográficas", explicó la investigadora.
Para Calero, que ha recorrido las poblaciones de Aín, Eslida, Almedijar, Azuébar, Matet, Sueras, Alfondeguilla y Ayódar, es "urgente" registrar los "conocimientos y recuerdos de aquellos mayores que vivieron un tiempo en el que desplazarse de un pueblo a otro era cuestión de horas y muchas fatigas".
El estudio expone relatos e información detallada de "un sinfín de tipos de camino, algunos de ellos de época musulmana, tanto si se podían utilizar para el tránsito de vehículos motores -caminos vecinales, caminos rurales, pistas forestales, vías de servicio- como si no estaban adaptados al tránsito motorizado -caminos de carro, caminos de herradura, senderos, caminos ganaderos y las vías férreas en desuso-", precisó.
Asimismo, entre sus conclusiones destaca la ausencia de mujeres entre sus informantes, ya que "el uso que las mujeres hacían del viario estaba restringido a determinadas épocas del año, en tiempo de cosechas principalmente, o para las celebraciones", argumentó la investigadora.
Igualmente, en los ocho pueblos estudiados, Calero encontró caminos que "conservan alguno de sus tramos empedrados, que servía para evitar que los animales resbalasen y que tuvieran un mayor punto de apoyo cuando transportaban cargas pesadas". Destacan el camino vecinal de Soneja en Alfondeguilla, el camino vecinal de Torrechiva en Ayódar, el camino vecinal de Tales en Eslida o el camino vecinal de Alcudia de Veo en Sueras, entre otros.
En la Sierra de Espadán "la gran parte de las vías de comunicación tradicionales fueron trazadas para el desplazamiento con caballerías o a pie; son lo que se conoce como caminos de herradura", puntualizó.
Calero destacó la figura del cartero que calificó de "muy emblemática" en todos los pueblos estudiados. Así, explicó que "la mayoría de los informantes recuerdan con especial cariño a ese hombre que andaba horas y horas de un pueblo a otro llevando consigo las cartas, referencia del mundo exterior".
El estudio de la investigadora del Instituto Universitario Valenciano de Etnología de la UCV, realizado en el último año, se enmarca dentro de una tesis sobre Antropología del Paisaje después de haber sido becada por la Obra Social Bancaja-Segorbe para investigar los caminos tradicionales de este emplazamiento.
Asimismo, Ángela Calero, licenciada en Antropología Social y Cultural por la Universidad Católica, también destaca la importancia de la "conservación" de los senderos tradicionales, puesto que aunque "no van a recuperar sus antiguas funciones y no van a volver a tener la importancia de antaño, sí que son el legado de los modos de vida de nuestros antepasados, el testimonio físico de las costumbres y tradiciones albergadas hasta no hace muchos años en nuestra cultura".
Fuente: diariocriticocv.com